Para no morirse con tantas cosas adentro. Tres operaciones vazferreirianas


Publicado en Revista ENCRUCIJADAS. DIÁLOGOS Y PERSPECTIVAS, editada por el CIPOST, Centro de Investigaciones Postdoctorales de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Año I, Nº 3, febrero 2009, pp. 185-189.
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Palabras clave
Psiqueo afectivo / fermento pensante / graduación de la creencia

Resumen
Psiqueo afectivo, fermento pensante, y graduación de la creencia: tres conceptos profundamente vazferreirianos, conceptos metodológicos que implican operaciones específicas, las que posibilitan hacer las experiencias del pensar y el conocer, para no morir con tantas cosas adentro.



Todo está en el “libro futuro”, el prefacio a su Fermentario. En abril de 1938, Vaz Ferreira pudo sacar a luz lo más radical de su propuesta gnoseológica.[1] No puede pensar antes de instalar una pregunta por el propio pensar, pero una pregunta que no busca un sentido originario, menos una axiológica abstracta. Es conocida su forma de plantear-se ante la cuestión del pensamiento: lógicamente antes de cualquier consideración, el pensar se da en el uso del lenguaje. De esta manera la distinción entre la “forma libro” y otras formas de publicación, distinción que es también valoración diferencial, debe entenderse desde una teoría comunicacional del pensamiento y el conocimiento. Para Vaz Ferreira la forma libresca, la que en su momento constituye la forma hegemónica, el modelo de expresar y por tanto crear pensamientos y conocimientos, no puede ser la única. La razón es muy sencilla: no todos los pensamientos y conocimientos son de la misma naturaleza, ni se vinculan a lo mismo, ni lo hacen de la misma manera. Para lo que no tuviera forma de libro -es decir, orden, completud, sistema-, “… cada autor podría publicar, además, una especie de revista personal permanente, por fascículos o números… Mi sistema de publicación, dando a nuestras ideas y observaciones esa tan natural oportunidad de expresarse, evita que algunas se alarguen y artificialicen y que otras se pierdan.” (Vaz Ferreira C., 1938/1957:16). La artificialización aquí remite a una de-formación, a una violación por parte de preceptos expresivos, siendo lo natural la condición siempre emergente de imbricación entre formas y contenidos particulares a partir de una expresión también singular. Vaz Ferreira se muestra profundamente preocupado por los rellenos, las simetrías impuestas, lo concluido sin serlo, que se impone formateando los productos y la forma de trabajar del pensamiento, empobreciéndolo necesariamente (Ardao A., 1996). Asimismo, además de combatir este peligro más que latente, su propuesta busca avanzar en el camino contrario: “Y no necesidad de esperar, para comunicar un pensamiento, un proyecto, un estado de espíritu, a que hayamos podido pensarlo del todo, dominarlo en todas sus proyecciones… que madure todo lo que pueda madurar; pero que no sea forzoso reservarlo entre tanto. De nuestros pensamientos, sólo unos pocos podrán eventualmente recibir una forma definitiva… Y no morirse con tantas cosas adentro…”. (Vaz Ferreira C., 1938/1957:16-17).
Inquietante exclamación. Y no es otra cosa que un grito entre los diagramas y sistemas, la búsqueda de una alternativa para el acto creativo perpetuamente bloqueado. Pero si es posible todo ello es porque existe un deseo desenfrenado, no se trata de combatir por combatir, sino porque se sabe –se saborea- el goce de la experiencia intelectual, en la creación de conceptos, formulación de problemas, en la transmisión e innovación. Pues ya existen “cosas adentro”, pero no terminan de ser tales, “cosas” en un sentido pragmatista, hasta que vuelvan de donde partieron, de campos de inmanencia intersubjetivos donde argumentar y confrontar diferentes saberes, para la “polémica” que implica una dialógica de complementos, modificaciones y correcciones de todo tipo.
Es que un pensamiento vivo, de la vida, fermental, no puede más que compartir esas mismas características, o por lo menos adscribirse a dichas cualidades como referentes constructivos. Lo vital y fértil remite a un deseo o voluntad de saber en la fruición de lo alcanzado, en la misma medida en que dicho deseo vuelve a lanzar al proceso en marcha. Lejos de la distinción objeto-sujeto, buscando dónde se funda dicha distinción. Los productos del intelecto no tienen autoría, no tienen propiedad, y su encapsulamiento, su inhibición o reducción, son un atentado contra la vida. Morirse con tantas cosas adentro es algo horroroso para ese adentro como para los afueras posibles y virtuales. El clamor por el saber vazferreiriano no es la petición solipsista de una conciencia pura encerrada en un cuerpo que necesita ser escuchada.
La primera operación, podemos plantear, es la exploración de una conciencia siempre fluida, como la concibiera W. James. El psiqueo afectivo como lo llamara, es el estado natural de una exploración intelectual antes de cualquier cristalización. En segundo término, entre los trayectos de esta psique exploratoria es necesario capturar y extraer de dicho fluir a los fermentos pensantes, la materia prima para conceptos e ideas en general. Y por último, si como él lo manifestaba, “la ciencia es metafísica solidificada” (Vaz Ferreira, C., 1938/1957:122), es necesario realizar un reajuste de la consistencia de dichos materiales cognoscentes, graduar la creencia hasta alcanzar una saturación a la vez abierta y cerrada de los mismos.
Ahora bien, estas tres operaciones metodológicas pueden ser utilizadas para todo lo contrario; más que para hacer posible un pensar y conocer vivo, fermental, más que para hacer viable la producción cognoscente de subjetividad, estas herramientas pueden conducir al emparejamiento de las diferencias, a la suavización de los pensamientos, la estandarización de los conocimientos, a una mediocrización de los saberes. Pocos pudieron, y pueden, acompañar las aspiraciones y los logros de Vaz Ferreira, y no por casualidad es en la sociedad en la que le tocara vivir donde reinaría durante el siglo XX el imperio de la meritocracia. Es por tanto urgente revalorizar su obra, pero en el sentido mismo en que él trató de legárnosla, para hacer posible la proliferación democrática de los más variados contenidos y expresiones.


Bibliografía
-Ardao, A. “A propósito de lenguaje y pensamiento en Vaz Ferreira”. Andreoli, M. (comp.) (1996) Ensayos sobre Carlos Vaz Ferreira. Montevide: Depto. de Publ. FHCE-UdelaR.
-Vaz Ferreira, C. (1938/1957) Fermentario. Montevideo: Cámara de Representantes de la ROU.


[1] Dicho Prefacio, haciendo uso de lo que se plantea, está constituido sobre la autorreflexividad intertextual de consideraciones publicadas en 1908, en sus primeros intentos al respecto. Este primer y único fascículo no lleva título, Vaz Ferreira dice haberse acostumbrado a llamarlo Sumario, e incluía como ocho apartados: Conocimiento y acción. En los márgenes de la “Experiencia religiosa” de W. James. Sobre el carácter. Un paralogismo de actualidad. Psicogramas. Un libro futuro. Reacciones. Ciencia y Metafísica.

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